Información: José Andrés Pérez
En México como en el resto de los países de América Latina, las micro, pequeñas y medianas empresas MIPYMES, son la columna vertebral de la economía nacional, además de ser para millones de ciudadanos, la fuente generadora de empleos más importante.
En nuestro país, antes de que el gobierno federal declarara formalmente al COVID-19 como pandemia, existían aproximadamente 4.9 millones de establecimientos formalmente constituidos, de los cuales, el 99.8 % eran MYPYMES (INEGI). La importancia que tienen estas unidades en la economía del país, radica en que contribuyen con alrededor del 52% del PIB y albergan el 70% del empleo formal. (FORBES)
Desafortunadamente los efectos sanitarios relacionados con el virus antes mencionado, han impactado de manera negativa su operación y permanencia en el mercado; de manera paralela, también se ha visto afectada la economía nacional y la de millones de familias que dependen de ellas, ya sea de manera directa o indirecta.
En este sentido, la “Tercera Encuesta sobre el Impacto Económico Generado por COVID-19 en las Empresas”, realizado por el INEGI entre 1 y el 31 de marzo del presente año, arrojó como uno de los datos más importantes que 1 millón,873,564 unidades productivas del país (85.5%), tuvieron algún efecto negativo a causa de la pandemia, destacándose como los más importantes: la disminución de los ingresos y la baja demanda por los productos o servicios ofertados. Por otra parte, en febrero de este año, la COPARMEX declaró a los medios impresos, que al menos el 79% de las empresas afiliadas a dicho organismo empresarial, habían reportado una disminución en sus ingresos hasta del 50%, lo cual ha afectado su productividad y rendimiento.
En el mismo contexto, otra información muy alarmante fue la que arrojó el “Estudio Demográfico de los Negocios (EDN) 2020”, el cual mostró que a 12 meses del haber iniciado la pandemia en México, habían cerrado 1millón, 10,857 empresas, que representaban el 20.8% de las unidades existentes a esa fecha. Como problema asociado al cierre, se presentó la pérdida de miles de empleos formales y de un retroceso social que afecta a cientos de miles de familias mexicanas. INEGI
La siguiente información proporcionada por José Luis de la Cruz, investigador del Centro de Estudio del Desarrollo IDEC, obliga a la reflexión y a tomar conciencia sobre la situación económica presente y futura del país: cierre de las MIPYMES por el motivo antes señalado, elimina años de crecimiento para la comunidad empresarial del país, debido a que en México se crean aproximadamente entre 100 mil y 125 empresas anualmente, las cuáles difícilmente se crearán en los próximos años, dado el entorno político y económico que vive el país en la actualidad.
En este panorama incierto y de crisis para las MIPYMES, el papel que ha jugado el gobierno federal ha agudizado el problema, toda vez que los apoyos no han sido suficientes y no han permeado de manera proporcional a la magnitud de la misma.
De acuerdo a la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico OCDE, de cada 100 MIPYMES mexicanas, solo el 7% ha podido acceder a poyos federales (Crédito a la Palabra $25,000 por unidad productiva), en contraste con otros países miembros de esta organización, que ha apoyado hasta al 33.6% de sus organizaciones productivas de manera permanente y no ocasional como ha sido en México.
Ante este crudo e incierto panorama que rodea a quienes son la parte medular de la economía nacional, urge la participación activa del gobierno federal. Se requiere de manera urgente diseñar e implementar estrategias y acciones viables y permanentes, encaminadas a reactivar la actividad productiva nacional, la generación de empleos y el mejoramiento del bienestar social. De lo contrario, México pondrá en riesgo su liderazgo como la economía más sólida de América Latina y una de las 15 más importantes del mundo, además de encaminarse a un retroceso social de dimensiones incalculables.